Al principio retraté las estrellas del rock más legendarias, como Elvis Presley o las grandes bandas de Rock como los Rollings , hasta que incluí estrellas argentinas como Charly, Andrés Calamaro, el Indio Solari y Federico Moura. Cada uno de estos personajes tiene algo nostálgico, son artistas de los '70 y '80, de cuando estaba empezando el rock en la Argentina y que significan algo para mí, son los que a mí me gustan, los que escucho, aunque todavía faltan muchos. He escuchado su música a determinada edad y tengo algo emocional con estos músicos, no sólo que me pueda gustar o no su obra, sino algo que tiene que ver con mi época de juventud, las primeras salidas nocturnas, las fiestas y todo lo que se escuchaba, por eso lo de rock y pop. Yo empiezo por esa memoria interior y después busco material, veo cual es la postura que, por ejemplo, tiene Charly en las entrevistas o en el escenario. Los bocetos llevan muchos días, hasta que encontrás algo, un retrato me puede llevar un mes, hasta que llego a lo que me interesa y después lo paso a la tela, y hay que tratar de reproducir la fuerza del boceto en una obra más grande.
También está el color, en estas pinturas utilicé un color más quebrado, no tan puro. Está quebrado con grises, porque yo estoy buscando la luz de la noche, la luz de cuando uno sale a un boliche y hay como un claro oscuro de sombras grises. Así fue la búsqueda de la paleta, que tiene que ver con el tema.
Estoy buscando imágenes que no son de ahora, sino de cuando tenía 20 años, luego me conecto sensiblemente con ellas, creo que para hacer una obra genuina lo más importante es engancharte emocionalmente, porque sino el trabajo es frío, esa parte tiene que estar siempre, en cualquier obra, tiene que haber una historia tuya, algo que es parecido a lo que hace el músico cuando escribe una canción.
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