sábado, diciembre 12, 2009

Ojos en las pinturas


REMBRANT, Harmensz van Rijn.
Retrato de la hermana Lisbeth van Rijn, 1633
Museo nacional de Bellas Artes, Buenos Aires


-->-->-->--> La primera vez que recuerdo sentirme emocionado viendo lo que realmente se podía hacer dibujando ojos en el arte fue al ver un dibujo en sepia hecho por Rubens, en este boceto de un retrato de una joven el genial pintor le había agregado algo más a la mirada de la muchacha, una textura especial , vidriosa, que le sumaba una profunda emoción y verdad al retrato, algo que sólo un gran maestro maneja en su justo punto, con resultados siempre frescos y novedosos a pesar de los años que han pasado de realizada la obra.

También recuerdo en mis primeros años de estudiante de Bellas Artes algo asi como un aturdimiento causado al ver por primera vez un retrato que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, es la pintura de una mujer joven, con el cuerpo y cabeza en tres cuarto perfil, que solamente “mueve” sus ojos para vernos, aparentemente es lo único que tiene movimiento , eso le da una gran potencia a la mirada del retrato. Lo maravilloso después es lo que hace Rembrandt con uno de los ojos del retrato, ubica el ojo izquierdo justo en el centro superior del cuadro, que desde ese lugar a la vez preponderante y estático irradia una fuerza extraña, que parece iluminar como una linterna el rostro de la mujer. Rembrandt juega una y otra vez con lo estático y lo dinámico. La mirada del retrato fijamente hacia el espectador plantea la paradoja del observador observado y una suerte de espejo entre la realidad, la vida, y ese aparentemente inmóvil mundo del plano poético, que día a día pide nueva vida al público.
Quizás en muchos de mis cuadros de la serie surrealista se ha perdido el resto del retrato y sólo los ojos han quedado en la obra, testimonio de los ojos del pintor revelados en la tela que ahora dentro de ella miran hacia afuera.
" flores ojos" , acrylic on canvas, 70 x 100cm. 2002

2 comentarios:

Froiliuba dijo...

Muy interesante lo de los ojos.
Mi fascinación por el cuadro de Vermeer la niña de l perla vien precisamente de eso. Cuando lo ví sentí que me seguia con la mirada a la vez que esa perla refulgía en su oreja. Era yo adolescente y desde entonces ha sido y será mi cuadro.
Saludos tienes un espacio de lo mas interesante por la tematica que trata, volvere

Anónimo dijo...

Es una verdadera hobra de arte megusto este cuadro