Sentado en el ómnibus o en el tren, desde un banco de una plaza, en el comienzo de esta serie (1998) investigué con el dibujo gestos y expresiones de la gente, y como esos gestos generan un lenguaje en sí mismo, fui entendiendo que se podía contar una historia con las miradas las risas, los ademanes.
En todos esos años paralelamente también hice muchas copias de estudio de artistas del Renacimiento, el Barroco y el Clasicismo, ellos usaron para construir sus escenas una expresividad muy teatral en sus personajes, así estudié entonces como componer un esqueleto narrativo que sostenga un cuadro.
Luego de una buena cantidad de pequeñas pinturas la serie ya estaba más madura y en los años 2008 a 2011 realicé pinturas grandes de escenas costumbristas de mesas redondas en un restaurant, en un ambiente festivo y distendido, pinturas que cuentan pequeñas historias de miradas, de encuentros y desencuentros.
Hacia el año 2011 en los cuadros dibujé a los personajes que salen de la comodidad de sus mesas de comensales y conversadores, para bailar en una pista. Entonces sumé a la comunicación de la cara y la parte superior del cuerpo, a todo el cuerpo en su conjunto, la alegría de algunas risas y gestos de los tertuliantes sentados pasaron a una alegría total en todo el cuerpo de cada figura y de toda la escena en general, para ello usé también colores más puros y brillantes.
A partir del 2014 despojo a los personajes de sus vestidos y se quedan sólo con un traje de baño, y de la seguridad de un salón cerrado tipo discoteca, paso las escenas a un ambiente natural que en varias composiciones lo represento con un fondo de mar, así surgen los bañistas, representados en pinturas grandes y medianas o en esculturas en madera policromada.
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