Tomo de la serie “Gente de la calle” los primeros dibujos y pequeños retratos expresionistas como bocetos previos para investigar sobre gestos, actitudes y síntesis de rasgos.
Los fondos de gente en mesas y bares de la serie de “ Milonga ” en las nuevas pinturas pasan a primer plano.
Por último de “ Imágenes dantescas ” y sus pinturas con multitudes atemporales rescato el concepto de retrato grupal o más bien de acción grupal de los personajes, donde cada uno actúa como engranaje de una única y abarcadora acción.
En estas escenas de banquetes los personajes están en una especie de bar o restaurante, que estén sentados refuerza gestos de rostros y manos, la gesticulación está bien marcada, casi como exagerada, subrayando así una teatralidad que busco instintivamente.
Es posible entonces que estos seres sean actores involuntarios de un juego compulsivo, que concientes o irreflexivos juegan frenéticamente para no mirar una verdad que espanta. Es posible que todos jueguen el juego social para escaparle al aburrimiento, o lo que es peor a los espacios en blanco donde es inevitable mirar el reloj y ver que todavía falta mucho para irse y el tiempo parece detenido.
Los personajes escapan del tedio hacia la amnesia que les provoca jugar los distintos juegos de la vida, viajan a lugares, asisten a fiestas, se juntan se separan, la vida hace que el tiempo corra a toda velocidad. Veloces, amnésicos, narcotizados por el aparente movimiento de una calesita tratan de olvidarse del espanto de ese momento en que despiertan y revisan nuevamente su reloj.
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