Hace unos años por varias razones sin dejar la pintura decido volver a hacer escultura, y buscando las viejas herramientas vi también que todavía conservaba algunas piezas de aquella época, esta es una de ellas, es una de las que empecé en mis épocas de estudiante.
Que una talla se haga en muchos años no es malo,
hasta tendría que ser lo normal, una buena pieza tiene que tener por lo menos 4
años de trabajo, y se podría decir que esta escultura tiene 18 años de elaboración.
Hagamos un poco de historia: me acuerdo que corría el año
1995 y fuimos con mi padre a buscar los troncos de quebracho colorado y blanco en
una venta de leña en la calle 71 y 18, para lo que sería la entrega final de Escultura y así lograr
la Licenciatura en Artes de la Facultad de Bellas Artes, (Me recibí de
Licenciado el año 1996).
Renté un taller que era una habitación en una casa donde convivíamos varios proyectos de artistas, y durante un año hice 25
tallas, todas a la vez, figurativas y abstractas.
Siempre mi padre me dijo sin decírmelo que el quería que le
hiciera un retrato después que no estuviera con nosotros en este pano.
Nunca pude hacerlo ex profeso, aunque lo veía
en muchos personajes de mis pinturas nuca dije : es él.
Parece que tanta espera
tuvo su fruto , porque una vez que termino esta talla, y le pongo la última pincelada del policromado algo pasó.
Como si
se hubiera prendido la luz en una habitación a oscuras, vi en la madera a mi
padre sentado, como se sentaba él, con las piernas como las cruzaba él cuando cocía en su taller de
sastrería, vi a mi padre sentado mirándome.
“Hombre sentado o retrato de Jose Manuel Rodriguez”, madera policromada, 21 x 25 x 73 cm., 2014 |
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